Toros en Priego

El cartel anunciador compuesto en un principio por los matadores de toros Andrés Luis Dorado, David Mora y Jiménez Fortes fue finalmente rematado por Ambel Posada y por Caro Gil, en sustitución de Mora y de Fortes. Los motivos... [¿...?], yo sólo soy avizor, no soy informador, y además de lo que desconozco no suelo opinar.
Se inció el paseíllo con un cuarto de entrada en el restaurado coso de Las Canteras y si el cartel había sido modificado, desconozco que hubiera mucha gente que se hubiera enterado de los cambios, sea como sea los que allí decidimos estar fuimos en parte para ver a este torero cordobés que a pesar de las dificultades actuales sigue con la misma ilusión que el día de su alternativa.

Salió con muchas ganas Andrés Luis Dorado en su saludo capotero de rodillas a su primero, una larga y dos afarolaos.

Anduvo muy bien la cuadrilla del matador cordobés, se le vieron detalles muy buenos a Tornay y destacando Juan Manuel Arjona, tercero de la cuadrilla, quien estuvo muy eficaz y atento durante la lidia saliendo a cortar y estando colocado en el lugar oportuno.

Premiada la labor de Dorado en su primero con una oreja. Alegría en el rostro del torero cordobés mientras correspondía en la vuelta al ruedo al cariñoso público que había convocado. En su actuación con su primero le vimos bastante fuera de ese sitio que se adquiere cuando se torea, sin esa inmovilidad que se le debe a exigir a uno que se viste muchas veces durante la temporada que este muchacho. Real y sinceramente, esperaba bastante más de Dorado en su primer enemigo, diciendo lo contrario engañaría a ustedes y a mí mismo que estaba deseoso de volver a verlo tras un periodo de tiempo en que le había perdido la pista.

La actuación de Ambel Posada pasó sin pena ni gloria. Este torero extremeño había causado en mi expectación al tomar parte del festejo por la sustitución a David Mora por ser un torero al que le había visto torear con gusto y una estética de mi agrado, sin embargo me decepcionó su actuación en ambos toros. En el primero anduvo por allí sin mucha ligazón y sin acoplarse del todo, a pesar de ello se le pidió dar la vuelta al ruedo en su primero tras una estocada de rápido desenlace. De su segundo muy poco o nada que decir, pasó desapercibido. Otra pena por lo poco que tiene oportunidad de torear y estar algún que otro cartel más ya que como he dicho antes tienen un buen concepto del toreo que de esta forma es muy complicado ponerlo en práctica.

También el tercero de la cuadrilla de Ambel Posada destacó pareando al segundo y al cuarto del lote de su matador.

Buenas vibraciones despertaron los lances de recibo de Caro Gil a su primero. Toreó con personalidad, desmayado y con manos bajas rematando con una impecable revolera.

Momento de apuros del rehiletero de Caro Gil y atento el tercero Juan Manuel Arjona, presto a hacer el quite a su compañero.

La faena de Caro Gil tuvo momentos de cierto interés con algunos muletazos sueltos de buen trazo pero la estructura de la faena fue de más a menos intensidad, no por la disposición del torero sino por la falta de raza de su oponente que pronto buscó la querencia y su blandura.

En el ecuador del festejo, Dorado sentado en el estribo esperando den suelta al cuarto de la tarde.

De nuevo Juan Manuel Arjona en el tercio de banderillas. Muy torero, andándole despacito y avanzando hacia la cara del toro.

La faena de Andrés Luis al cuarto tuvo más calidad que la realizada al primero con muletazos más asentados y rematadas las series con personales pases de pecho y un desplante tirando la muleta antes de irse a por la espada. Su labor fue recompensada por el presidente a petición de un cariñoso público de seguidores con las dos orejas.

El bloguero José Luis Cuevas (http://elcallejoncordoba.blogspot.com) junto a la aficionada Mariló Torres Soto y una amiga presenciando la corrida.

Otro compañero bloguero en el tendido presenciando el festejo, Antonio Fuentes, a quien podéis leer una estupenda crónica bajo su punto de vista en su espacio http://tauromaquiadelsigloxxi.blogspot.com

 

De nuevo Caro Gil desarrolló un buen toreo de capote en el que cerraba plaza y que bajo mi criterio fue lo más destacado de la tarde en cuanto a calidad a pesar de no haber cortado oreja a ninguno de su lote.

 

 

 

Curiosa circunstancia que no llegamos a saber su explicación. Durante el tercio de banderillas del sexto de la tarde, el director de lidia, Andrés Luis Dorado, permanecía en el callejón sin aparente lesión o circunstancia que le impidiera estar en los medios amparando a los banderilleros que en ese momento se encontraban banderilleando, sin embargo el director de lidia deambulaba a su aire por el callejón como si aquello no fuese con él y pensando quizás en su salida a hombros.

 

 

Poco más dió de sí esta singular corrida de Priego que no sé si aburrió o entretuvo al aficionado, a mí personalmente me decepcionó, no digo me aburrió porque siempre hay cosas interesantes que ver y sobre todo sirve para valorar personalmente lo que uno ve por sus propios ojos, y no esperar a que te lo cuenten exaltados cronistas. Perdonen pero no, en esta estuve yo y la vi yo y discrepo con lo que después se lee por ahí o te narran por la radio.

Para terminar con los despropósitos o las cosas hechas de cualquier manera: El torero triunfador fue izado en volandas y abandonó a hombros la plaza por la puerta grande sin que aún sus compañeros de cartel hubieran abandonado a pie el albero. En fin, para olvidar.