Volvemos a placear
Deseando estábamos los aficionados cordobeses con pisar de nuevo los aledaños y los tendidos de la plaza de toros de Los Califas ante la ilusionante propuesta y oferta de Ramgertauro, la debutante empresa taurina de nuestra ciudad de Córdoba.
Como alguna foto ha de ser la primera, comenzaré mostrando la del grupo de Aficionados Prácticos Taurinos de Córdoba que este año se han abonado y acuden a presenciar los festejos taurinos juntos, algunos de ellos desde un mismo emplazamiento en el tendido 1.
Un buen ambiente y una aceptable entrada para un festejo menor con el que se abría el ciclo de festejos. Un brava y manejable novillada de la ganadería cordobesa de La Quinta, santacolomeño encaste que en algunos momentos estuvo por encima de los actuantes pero sin ofrecer dificultades. Los novilleros anunciados fueron Emilio Bresó, Javier Moreno "Lagartijo" y Rafael Reyes, quienes cada uno en su estilo y personalidad plasmaron su toreo o por lo menos lo intentaron. Ganas e ilusión imagino que nos les faltó a ninguno de ellos, aunque la sensación que a ratos percibí fue tan opuesta como extraña. La percepción lógica fue la de percibir las carencias normales del escalafón, sin mucha estructura y con cierta frialdad, y en cuanto a la percepción extraña me llegó demasiadas veces el atisbo de postureo y pose como si fuesen ya consumados maestros o figuras, excesivas miradas a la galería del tendido y voces auto jaleadoras en pos del aplauso del aficionado.
Emilio Bresó como cabeza de cartel se fue a puerta de chiqueros a esperar de pie y de espaldas la salida de sus dos novillos. Pasmosa la serenidad del novillero aunque para hacer como pretende realizar ese lance de recibo debería de perfeccionarlo más ya que una fea y aparatosa voltereta de su segundo oponente a punto estuvo de provocarle unas serias consecuencias.
Cerraba la terna Rafael Reyes quien tras unos años en la Escuela Taurina de Córdoba este año tuvo la oportunidad de formar parte del grupo de chavales seleccionados por la Fundación El Juli. Reyes anduvo muy voluntarioso y entregado en su lote cortando una oreja en el primero y fallando a espadas en el que cerraba la tarde, de lo contrario hubiese tenido sin duda puerta grande.
Francisco Izquierdo "Chamanieto" junto a Sonia a la entrada a la novillada. La recién estrenada pareja no quiso perderse la novillada donde actuaban tres chavales con los que Chamanieto ha mantenido una estrecha relación profesional y docente, antes y durante su etapa como director de la Escuela Taurina de Córdoba, además de amistad con uno de los actuantes.
Dos buenos aficionados "de arte" presenciando la novillada, Juan Bonoso Muñoz y Paco Berjillos.
El subalterno cordobés Rafael Rosa, a las órdenes del matador Manuel Díaz, presenció la novillada acompañado de su mujer Sonia (fue novillera con caballos) y su hijo Alejandro a quien genes no le faltan para adquirir ser un buen aficionado, de hecho le he visto torear de salón y poner banderillas en el carretón y lo hace de maravilla, al igual que su otro hermano.
En los aledaños de la plaza de toros, José Romero "Pachi" y su novia Lourdes Fernández. Él además de veterinario y médico en un futuro cercano, es aficionado práctico, con quien compartimos entrenamientos.
Aspecto que presentaba el tendido 3 en la primera novillada del ciclo.
Y ya el domingo estaba anunciada la corrida de rejones que siempre genera expectación entre los numerosos aficionados al mundo del caballo de Córdoba y provincia. En los exteriores de la plaza se suelen congregar muchos aficionados y curiosos para contemplar de cerca esos caballos toreros.
Son ya algunos detalles que en estos primeros compases de la feria he visto como prueba de las buenas intenciones de la nueva empresa Ramgertauro, en principio son cosas a simple vista banales pero que si sumamos un detalle y otro nos muestra la forma de trabajar y la ilusión con la que Ricardo Ramírez y su equipo apuestan por la feria taurina de Córdoba.
Por ejemplo una muestra de esto que comento es el intentar crear un poco de ambiente en los momentos previos al espectáculo con la carpa (aunque bastante antiestética) donde poder tomar un café o un refresquito. Otro detalle es la existencia de una mascota que suele estar por la zona de taquillas con quien los más pequeños y no tan pequeños pueden hacerse una foto de recuerdo. Aplaudo esta inicoiativa porque soy de la opinión de que a los más pequeños debemos de ir aficionándolos y familiarizándolos con este mundo taurino.
Otro detalle y además es una novedad que da a la plaza un aporte más de color y belleza es el contar como informadoras de localidad con guapísimas niñas, además de desarrollar su labor con mucha atención y simpatía. Se colocan en los accesos al tendido y permanecen ahí estoicamente y sin dejar de aplaudir hasta que finaliza el festejo. Yo tuve la mala suerte de que me tocara en suerte una morena preciosa y por su culpa apenas vi la corrida de rejoneo. Esta morenaza fue la culpable. Vaya raza cordobesa...
Un señor entra en la plaza.
Roja y gualda, verde y blanca y Córdoba, casa de guerrera gente y de sabiduría clara fuente.
Caballeros rejoneadores en el anodino carrusel, tan sólo Diego Ventura entusiasmó a los aficionados con su peculiar doma retirarse hacia el patio de caballos.
Cuando quiera ir al circo lo decidiré yo pagando una entrada. Lo siento pero esto no entra dentro de mi concepto del rejoneo. Aún así encontró un entregado público que pidió la oreja y le fue concedida.
La ganadería lidiada correspondió a La Castilleja, ubicada en Peñarroya, que en líneas generales sirvió casi al completo, atacada de kilos que le restaron movilidad al final de la lidia. Casi todos los corridos estaban próximos a los 600 kilos, de gran alzada y con buena caja, muy bien presentada.
Siempre he afirmado que la plaza de Córdoba posee los alguacilillos mejor vestidos del mundo, otra cosa es su formación y su actuación e intervención durante la lidia (a los del plumero los dejaremos para próximas ocasiones), pero otro elemento destacado de nuestra plaza es el precioso tiro de mulillas con el que contamos para el arrastre. Nada que envidiarle al otras plazas, ajaezada, atalajadas como bien merece una plaza de primera. Ya metidos en harina, espero que el cabestrero, el cual no tenga que trabajar mucho este año, pise el albero con una indumentaria más decente a como lo hizo el año pasado que salió el buen hombre en vaqueros y zapatillas de deporte blancas... ¡Así no, por Dios!
Y de nuevo nos vamos al tendido, en primer lugar con una buena aficionada a los toros, Mariló Torres, que acudió luciendo palmito. así da gusto, hija mía.
Miren qué preciosidad de gitana estaba en la barrera del tendido 1. Hace ya muchos años, cuando aún se llevaba torear por colleras (afortunadamente ya no se estila), los hermanos Peralta le brindaron un toro a mi hermana Cristina y en el brindis le dijeros: "A la gitana más guapa de toda la plaza". Eso sí que eran caballeros rejoneadores, Ángel el Centauro de la Puebla y Rafael. Ayer, había esta gitanilla que era para haberle brindado un toro.
En el callejón pude localizar a mi ídolo, el gran maestro Paco Ojeda. A su lado Enrique Peña, gerente de la famosa cuadra de caballos sevillana Antonio Peña Cruz, que desde 1925 llevan en la Maestranza de Sevilla con sus caballos de picar.
Y de nuevo, saltos y acrobacias. Nunca llegaré a entender algunos numeritos, tanto a la muerte de este segundo toro como en el quinto, preámbulo de una salida a hombros por la puerta de Los Califas.
Vuelta al ruedo de Leonardo Hernández tras cortar la oreja al sexto toro. No fue su mejor día a pesar de estar variado y voluntarioso, echamos en falta a sus caballos figuras que aún siguen retenidos burocráticamente en tierras americanas.
Como alguna foto ha de ser la primera, comenzaré mostrando la del grupo de Aficionados Prácticos Taurinos de Córdoba que este año se han abonado y acuden a presenciar los festejos taurinos juntos, algunos de ellos desde un mismo emplazamiento en el tendido 1.
Un buen ambiente y una aceptable entrada para un festejo menor con el que se abría el ciclo de festejos. Un brava y manejable novillada de la ganadería cordobesa de La Quinta, santacolomeño encaste que en algunos momentos estuvo por encima de los actuantes pero sin ofrecer dificultades. Los novilleros anunciados fueron Emilio Bresó, Javier Moreno "Lagartijo" y Rafael Reyes, quienes cada uno en su estilo y personalidad plasmaron su toreo o por lo menos lo intentaron. Ganas e ilusión imagino que nos les faltó a ninguno de ellos, aunque la sensación que a ratos percibí fue tan opuesta como extraña. La percepción lógica fue la de percibir las carencias normales del escalafón, sin mucha estructura y con cierta frialdad, y en cuanto a la percepción extraña me llegó demasiadas veces el atisbo de postureo y pose como si fuesen ya consumados maestros o figuras, excesivas miradas a la galería del tendido y voces auto jaleadoras en pos del aplauso del aficionado.
Emilio Bresó como cabeza de cartel se fue a puerta de chiqueros a esperar de pie y de espaldas la salida de sus dos novillos. Pasmosa la serenidad del novillero aunque para hacer como pretende realizar ese lance de recibo debería de perfeccionarlo más ya que una fea y aparatosa voltereta de su segundo oponente a punto estuvo de provocarle unas serias consecuencias.
Cerraba la terna Rafael Reyes quien tras unos años en la Escuela Taurina de Córdoba este año tuvo la oportunidad de formar parte del grupo de chavales seleccionados por la Fundación El Juli. Reyes anduvo muy voluntarioso y entregado en su lote cortando una oreja en el primero y fallando a espadas en el que cerraba la tarde, de lo contrario hubiese tenido sin duda puerta grande.
Francisco Izquierdo "Chamanieto" junto a Sonia a la entrada a la novillada. La recién estrenada pareja no quiso perderse la novillada donde actuaban tres chavales con los que Chamanieto ha mantenido una estrecha relación profesional y docente, antes y durante su etapa como director de la Escuela Taurina de Córdoba, además de amistad con uno de los actuantes.
Dos buenos aficionados "de arte" presenciando la novillada, Juan Bonoso Muñoz y Paco Berjillos.
El subalterno cordobés Rafael Rosa, a las órdenes del matador Manuel Díaz, presenció la novillada acompañado de su mujer Sonia (fue novillera con caballos) y su hijo Alejandro a quien genes no le faltan para adquirir ser un buen aficionado, de hecho le he visto torear de salón y poner banderillas en el carretón y lo hace de maravilla, al igual que su otro hermano.
En los aledaños de la plaza de toros, José Romero "Pachi" y su novia Lourdes Fernández. Él además de veterinario y médico en un futuro cercano, es aficionado práctico, con quien compartimos entrenamientos.
Aspecto que presentaba el tendido 3 en la primera novillada del ciclo.
Y ya el domingo estaba anunciada la corrida de rejones que siempre genera expectación entre los numerosos aficionados al mundo del caballo de Córdoba y provincia. En los exteriores de la plaza se suelen congregar muchos aficionados y curiosos para contemplar de cerca esos caballos toreros.
Son ya algunos detalles que en estos primeros compases de la feria he visto como prueba de las buenas intenciones de la nueva empresa Ramgertauro, en principio son cosas a simple vista banales pero que si sumamos un detalle y otro nos muestra la forma de trabajar y la ilusión con la que Ricardo Ramírez y su equipo apuestan por la feria taurina de Córdoba.
Por ejemplo una muestra de esto que comento es el intentar crear un poco de ambiente en los momentos previos al espectáculo con la carpa (aunque bastante antiestética) donde poder tomar un café o un refresquito. Otro detalle es la existencia de una mascota que suele estar por la zona de taquillas con quien los más pequeños y no tan pequeños pueden hacerse una foto de recuerdo. Aplaudo esta inicoiativa porque soy de la opinión de que a los más pequeños debemos de ir aficionándolos y familiarizándolos con este mundo taurino.
Otro detalle y además es una novedad que da a la plaza un aporte más de color y belleza es el contar como informadoras de localidad con guapísimas niñas, además de desarrollar su labor con mucha atención y simpatía. Se colocan en los accesos al tendido y permanecen ahí estoicamente y sin dejar de aplaudir hasta que finaliza el festejo. Yo tuve la mala suerte de que me tocara en suerte una morena preciosa y por su culpa apenas vi la corrida de rejoneo. Esta morenaza fue la culpable. Vaya raza cordobesa...
Un señor entra en la plaza.
Roja y gualda, verde y blanca y Córdoba, casa de guerrera gente y de sabiduría clara fuente.
Caballeros rejoneadores en el anodino carrusel, tan sólo Diego Ventura entusiasmó a los aficionados con su peculiar doma retirarse hacia el patio de caballos.
Cuando quiera ir al circo lo decidiré yo pagando una entrada. Lo siento pero esto no entra dentro de mi concepto del rejoneo. Aún así encontró un entregado público que pidió la oreja y le fue concedida.
La ganadería lidiada correspondió a La Castilleja, ubicada en Peñarroya, que en líneas generales sirvió casi al completo, atacada de kilos que le restaron movilidad al final de la lidia. Casi todos los corridos estaban próximos a los 600 kilos, de gran alzada y con buena caja, muy bien presentada.
Siempre he afirmado que la plaza de Córdoba posee los alguacilillos mejor vestidos del mundo, otra cosa es su formación y su actuación e intervención durante la lidia (a los del plumero los dejaremos para próximas ocasiones), pero otro elemento destacado de nuestra plaza es el precioso tiro de mulillas con el que contamos para el arrastre. Nada que envidiarle al otras plazas, ajaezada, atalajadas como bien merece una plaza de primera. Ya metidos en harina, espero que el cabestrero, el cual no tenga que trabajar mucho este año, pise el albero con una indumentaria más decente a como lo hizo el año pasado que salió el buen hombre en vaqueros y zapatillas de deporte blancas... ¡Así no, por Dios!
Y de nuevo nos vamos al tendido, en primer lugar con una buena aficionada a los toros, Mariló Torres, que acudió luciendo palmito. así da gusto, hija mía.
Miren qué preciosidad de gitana estaba en la barrera del tendido 1. Hace ya muchos años, cuando aún se llevaba torear por colleras (afortunadamente ya no se estila), los hermanos Peralta le brindaron un toro a mi hermana Cristina y en el brindis le dijeros: "A la gitana más guapa de toda la plaza". Eso sí que eran caballeros rejoneadores, Ángel el Centauro de la Puebla y Rafael. Ayer, había esta gitanilla que era para haberle brindado un toro.
En el callejón pude localizar a mi ídolo, el gran maestro Paco Ojeda. A su lado Enrique Peña, gerente de la famosa cuadra de caballos sevillana Antonio Peña Cruz, que desde 1925 llevan en la Maestranza de Sevilla con sus caballos de picar.
Y de nuevo, saltos y acrobacias. Nunca llegaré a entender algunos numeritos, tanto a la muerte de este segundo toro como en el quinto, preámbulo de una salida a hombros por la puerta de Los Califas.
En la lidia del último toro, un caballo de Leonardo Hernández perdió la herradura de una pata trasera y fue a estrellarse en el rostro de un auxiliar que trabajaba en el callejón. Este hombre está trabajando y está expuesto a accidentes de cualquier tipo en un callejón, aspecto que se debería de cuidar un poco y ser más estrictos con las personas que ocupan un callejón o los burladeros existentes. Si no tengo entendido mal Gobernación es la que expide dichos pases y la autoridad es la encargada de actuar con rigor con los ocupantes. Mucha gente, un tanto desconocida del ámbito taurino, vi en esos burladeros. Verás el overbooking en burladeros cuando lleguen las corridas y las figuras, de verdad que no sé de dónde sale tanto agregado.
Vuelta al ruedo de Leonardo Hernández tras cortar la oreja al sexto toro. No fue su mejor día a pesar de estar variado y voluntarioso, echamos en falta a sus caballos figuras que aún siguen retenidos burocráticamente en tierras americanas.
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